UNIVERSIDAD JUAREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

Al cursar la materia de Derecho Fiscal, he podido darme cuenta de lo importante que es para mi formación como futuro contador comprender a fondo la relación entre el Estado y los contribuyentes. Antes veía los impuestos solo como un trámite o una obligación inevitable, pero ahora entiendo que detrás de cada contribución existe un fundamento legal, una responsabilidad ciudadana y un propósito social que va mucho más allá del pago económico.

 

Esta materia me ha hecho reflexionar sobre el papel tan delicado que desempeñaremos como profesionistas. No solo debemos dominar leyes, códigos y procedimientos, sino también actuar con ética y sentido de justicia. El Derecho Fiscal me ha mostrado que cada obligación tributaria está acompañada de derechos que deben respetarse, y que la legalidad y la seguridad jurídica son pilares que protegen tanto al contribuyente como el funcionamiento del Estado.

 

También he comprendido que la autoridad fiscal no es solo un ente recaudador, sino parte esencial del orden social. Al estudiar temas como las facultades de comprobación, las sanciones y las bases constitucionales del sistema tributario, vi que el contador tiene una doble tarea: orientar al contribuyente para que cumpla correctamente y, al mismo tiempo, vigilar que sus derechos no sean vulnerados.Esta materia me ha hecho más consciente del impacto real que tienen nuestras decisiones profesionales.

 

Como estudiante de Contaduría Fiscal, ahora entiendo que detrás de cada cálculo, declaración o asesoría, hay una responsabilidad enorme. Contribuir correctamente no solo ayuda a evitar multas o sanciones, sino que también aporta al funcionamiento del país, a la creación de servicios públicos y al bienestar colectivo. En conclusión, estudiar Derecho Fiscal me ha ayudado a formar una visión más completa y crítica de mi futura profesión.

 

Me ha enseñado que ser contador no es solo manejar números, sino entender leyes, analizar riesgos, proteger derechos y actuar con integridad. Me llevo la convicción de que el conocimiento fiscal no solo es una herramienta técnica, sino una forma de participar activamente en la construcción de un país más justo y ordenado.